viernes, 22 de abril de 2022

Que me dice Dios 7

 Mateo (28,1-15) 

 1Pasado el sábado, al alborear el día siguiente, marcharon María Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. 2Y de pronto se produjo un gran terremoto, porque un ángel del Señor descendió del cielo, se acercó, removió la piedra y se sentó sobre ella. 3Su aspecto era como de un relámpago, y su vestidura blanca como la nieve. 4Los guardias temblaron de miedo ante él y se quedaron como muertos. 5El ángel tomó la palabra y les dijo a las mujeres: —Vosotras no tengáis miedo; ya sé que buscáis a Jesús, el crucificado. 6No está aquí, porque ha resucitado como había dicho. Venid a ver el sitio donde estaba puesto. 7Marchad enseguida y decid a sus discípulos que ha resucitado de entre los muertos; irá delante de vosotros a Galilea: allí le veréis. Mirad que os lo he dicho.

8Ellas partieron al instante del sepulcro con temor y una gran alegría, y corrieron a dar la noticia a los discípulos. 9De pronto Jesús les salió al encuentro y las saludó. Ellas se acercaron, abrazaron sus pies y le adoraron. 10Entonces Jesús les dijo: —No tengáis miedo; id a anunciar a mis hermanos que vayan a Galilea: allí me verán.

Soborno a los soldados

11Mientras ellas se iban, algunos de la guardia fueron a la ciudad y comunicaron a los príncipes de los sacerdotes todo lo sucedido. 12Se reunieron con los ancianos, se pusieron de acuerdo y dieron una buena suma de dinero a los soldados 13diciéndoles: —Tenéis que decir: «Sus discípulos han venido de noche y lo robaron mientras nosotros estábamos dormidos». 14Y en el caso de que esto llegue a oídos del procurador, nosotros le calmaremos y nos encargaremos de vuestra seguridad.

15Ellos aceptaron el dinero y actuaron según las instrucciones recibidas. Así se divulgó este rumor entre los judíos hasta el día de hoy.

Juan (20,1-10) 

APARICIONES DE JESÚS RESUCITADO 

El sepulcro vacío

1El día siguiente al sábado, muy temprano, cuando todavía estaba oscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio quitada la piedra del sepulcro. 2Entonces echó a correr, llegó hasta donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, el que Jesús amaba, y les dijo: —Se han llevado al Señor del sepulcro y no sabemos dónde lo han puesto.

3Salió Pedro con el otro discípulo y fueron al sepulcro.

4Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro y llegó antes al sepulcro. 5Se inclinó y vio allí los lienzos plegados, pero no entró. 6Llegó tras él Simón Pedro, entró en el sepulcro y vio los lienzos plegados, 7y el sudario que había sido puesto en su cabeza, no plegado junto con los lienzos, sino aparte, todavía enrollado, en un sitio. 8Entonces entró también el otro discípulo que había llegado antes al sepulcro, vio y creyó. 9No entendían aún la Escritura según la cual era preciso que resucitara de entre los muertos. 10Y los discípulos se marcharon de nuevo a casa.

Juan(20,11-18)

 Aparición a María Magdalena

11María estaba fuera, llorando junto al sepulcro. Mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro, 12y vio a dos ángeles de blanco, sentados uno a la cabecera y otro a los pies, donde había sido colocado el cuerpo de Jesús. 13Ellos dijeron: —Mujer, ¿por qué lloras?

—Se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto —les  respondió.

14Dicho esto, se volvió hacia atrás y vio a Jesús de pie, pero no sabía que era Jesús. 15Le dijo Jesús: —Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?

Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: —Señor, si te lo has llevado tú, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré.

16Jesús le dijo: —¡María!

Ella, volviéndose, exclamó en hebreo: —¡Rabbuni! —que quiere decir: «Maestro».

17Jesús le dijo: —Suéltame, que aún no he subido a mi Padre; pero vete donde están mis hermanos y diles: «Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios».

18Fue María Magdalena y anunció a los discípulos: —¡He visto al Señor!, y me ha dicho estas cosas.

Lucas(24,13-35)

 Aparición a los discípulos de Emaús 

13Ese mismo día, dos de ellos se dirigían a una aldea llamada Emaús, que distaba de Jerusalén sesenta estadios. 14Iban conversando entre sí de todo lo que había acontecido. 15Y mientras comentaban y discutían, el propio Jesús se acercó y se puso a caminar con ellos, 16aunque sus ojos eran incapaces de reconocerle. 17Y les dijo: —¿De qué veníais hablando entre vosotros por el camino?

Y se detuvieron entristecidos. 18Uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le respondió: —¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabe lo que ha pasado allí estos días?

19Él les dijo: —¿Qué ha pasado?

Y le contestaron: —Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras delante de Dios y ante todo el pueblo: 20cómo los príncipes de los sacerdotes y nuestros magistrados lo entregaron para ser condenado a muerte y lo crucificaron. 21Sin embargo nosotros esperábamos que él sería quien redimiera a Israel. Pero con todo, es ya el tercer día desde que han pasado estas cosas. 22Bien es verdad que algunas mujeres de las que están con nosotros nos han sobresaltado, porque fueron al sepulcro de madrugada 23y, como no encontraron su cuerpo, vinieron diciendo que habían tenido una visión de ángeles, que les dijeron que está vivo. 24Después fueron algunos de los nuestros al sepulcro y lo hallaron tal como dijeron las mujeres, pero a él no le vieron.

25Entonces Jesús les dijo: —¡Necios y torpes de corazón para creer todo lo que anunciaron los Profetas! 26¿No era preciso que el Cristo padeciera estas cosas y así entrara en su gloria?

27Y comenzando por Moisés y por todos los Profetas les interpretó en todas las Escrituras lo que se refería a él.

28Llegaron cerca de la aldea adonde iban, y él hizo ademán de  continuar adelante. 29Pero le retuvieron diciéndole: —Quédate con nosotros, porque se hace tarde y está ya anocheciendo.

Y entró para quedarse con ellos. 30Y cuando estaban juntos a la mesa tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio. 31Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su presencia. 32Y se dijeron uno a otro: —¿No es verdad que ardía nuestro corazón dentro de nosotros, mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?

33Y al instante se levantaron y regresaron a Jerusalén, y encontraron reunidos a los once y a los que estaban con ellos, 34que decían: —El Señor ha resucitado realmente y se ha aparecido a Simón.

35Y ellos se pusieron a contar lo que había pasado en el camino, y cómo le habían reconocido en la fracción del pan.

Lucas (24,35-48)

 Aparición a los discípulos en el Cenáculo 

36Mientras ellos estaban hablando de estas cosas, Jesús se puso en medio y les dijo: —La paz esté con vosotros.

37Se llenaron de espanto y de miedo, pensando que veían un espíritu. 38Y les dijo: —¿Por qué os asustáis, y por qué admitís esos pensamientos en vuestros corazones? 39Mirad mis manos y mis pies: soy yo mismo. Palpadme y comprended que un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo.

40Y dicho esto, les mostró las manos y los pies. 41Como no acababan de creer por la alegría y estaban llenos de admiración, les dijo: —¿Tenéis aquí algo que comer?

42Entonces ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. 43Y lo tomó y se lo comió delante de ellos.

44Y les dijo: —Esto es lo que os decía cuando aún estaba con vosotros: es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí.

45Entonces les abrió el entendimiento para que comprendiesen las Escrituras. 46Y les dijo: —Así está escrito: que el Cristo tiene que padecer y resucitar de entre los muertos al tercer día, 47y que se predique en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las gentes, comenzando desde Jerusalén. 48Vosotros sois testigos de estas cosas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

La Verdad os hará libres

 La única y verdadera Verdad es Jesucristo, que es Dios y se hizo hombre para salvarnos y que pudiéramos estar con el en el cielo. Ya en otr...